¿Google Pay es menos seguro que otros servidores de pagos online?

La seguridad de los pagos online siempre ha sido objeto de polémica y Google Pay no se salva de esto. Muchos usuarios cuestionan si este servicio menos seguro que otros al estar conectado con la cuenta de Google.

El servicio de pagos online de la compañía estadounidense sirve tanto en tiendas, en páginas webs y en aplicaciones (como en Airbnb, Fandango, Lyft e Instacart), todo ello sin sacar la tarjeta de crédito.

Además, se ha reforzado con nuevas funcionalidades como guardar tus tarjetas regalo, tarjetas de fidelización, entradas y cupones cuando compramos en nuestras tiendas favoritas.

Pero Â¿qué pasa con la seguridad? 

Los datos de pago de Google Pay se cifran y almacenan en servidores seguros y a cada tarjeta de pago que configuramos para pagar en las tiendas se le asigna un número de cuenta virtual que las tiendas ven cuando realizamos una compra. Es decir, tus datos de pago no se comparten cuando pagamos en tienda.

Además, si no utilizamos la aplicación o no realizamos ninguna transacción en tienda con la tarjeta en los últimos 90 días, el número de cuenta virtual se eliminará del dispositivo por motivos de seguridad.

También hay que destacar que para añadir tarjetas debemos tener configurado el bloqueo de pantalla en tu dispositivo. Y que, si los desactivamos, Google Pay retirará el número de cuenta virtual del dispositivo con el objetivo de proteger al usuario.

Como vemos, no se puede decir que Google Pay sea menos seguro que otros servicios por el mero hecho de estar vinculado con la cuenta de Google.

Es posible que tengamos problemas con el robo de la misma, pero las medidas de seguridad, cifrado y protección hacen que sea virtualmente imposible que nos roben también la cuenta de Google Pay.

Pese a ello, es recomendable seguir manteniendo las buenas prácticas a la hora de utilizar el smartphone, el PC y los servicios de Internet.

Utiliza contraseñas seguras, instala una solución de seguridad manteniéndola actualizada y evita el acceso a webs de dudosa reputación, descarga de aplicaciones fuera de las tiendas oficiales y apertura de correos electrónicos de desconocidos.