por: María Fernanda Pérez
07/12/2025 | 4:30 pm
Freepik AI
La capacidad de la Inteligencia Artificial (IA) para generar videos hiperrealistas en cuestión de minutos ha desatado un desafío sin precedentes para la percepción humana: distinguir entre lo auténtico y lo fabricado.
Expertos advierten que el flujo masivo de contenido audiovisual creado con IA está induciendo un estado de «irrealidad» que siembra la confusión y erosiona la confianza pública.
De este modo, investigaciones en el campo de la comunicación señalan que la imagen digital, especialmente cuando es generada por IA, se ha convertido en un potente eje de la desinformación.
Ejemplos virales, como el inverosímil video de un «canguro de apoyo emocional» abordando un vuelo, demuestran cómo miles de internautas pueden ser fácilmente engañados por escenas que, pese a ser fabricadas, lucen perfectamente creíbles.
Según académicos como Ballesteros Aguayo y Ruiz del Olmo, esta viralización de deepfakes y videos falsos tiene un impacto que va más allá del simple engaño; y es que dificultan la capacidad del público para trazar una línea clara entre el hecho auténtico y el contenido sintético.
Además, conduce a una desconfianza sistémica en instituciones, figuras públicas y medios de comunicación, pues la gente comienza a cuestionar la veracidad de cualquier imagen que consume.
Lo cierto es que expertos opinan que los videos creados con IA no solo pueden afectar la percepción de la realidad, sino que ya lo están haciendo, provocando una «sensación generalizada de confusión sobre lo que es real y lo que no lo es.»