por: Edgar Pilca
25/03/2025 | 4:30 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Todo niño que leyó un cómic o vio una película de «Spider-Man» intentó imaginar cómo sería lanzar una telaraña desde la muñeca, sobrevolar las calles y atrapar a los villanos.
Pero de realidad a la ficción no hay mucho, ya que investigadores de la Universidad de Tufts se tomaron en serio esas escenas imaginarias y crearon la primera tecnología de lanzamiento de telarañas, en la que un material fluido puede dispararse desde una aguja, solidificarse al instante como una cuerda, adherirse a objetos y levantarlos.
Creadas en el laboratorio de la universidad, estas fibras pegajosas provienen de capullos de polilla de seda, que se hierven en una solución y se descomponen.
La solución de fibroína de seda se puede salir por una abertura mediante agujas de calibre estrecho para formar una corriente que, con los aditivos adecuados, se solidifica en fibra al exponerse al aire.
Sin embargo, el gran avance se produjo por pura casualidad. Marco Lo Presti, profesor asistente de investigación en Tufts, estaba trabajando en un proyecto que fabricaba adhesivos extremadamente fuertes con fibroína de seda, y mientras limpiaba su cristalería con acetona, noté que se formaba una especie de red en la base del vaso.
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El descubrimiento accidental superó varios desafíos de ingeniería para replicar los hilos de araña. Las soluciones de fibroína de seda pueden formar lentamente un hidrogel semisólido en cuestión de horas al exponerse a disolventes orgánicos como el etanol o la acetona.
Al mezclar rápidamente el disolvente orgánico, la solución de seda creó rápidamente fibras con alta resistencia a la tracción y adherencia.
El siguiente paso fue hilar las fibras en el aire. Los investigadores añadieron dopamina a la solución de fibroína de seda, lo aceleró la transición de líquido a sólido al extraer agua de la seda.
Al inyectarla a través de una aguja coaxial, una fina corriente de la solución de seda se rodea de una capa de acetona que desencadenó la solidificación.
El diámetro de las fibras puede variar desde el de un cabello humano hasta aproximadamente medio milímetro, dependiendo del calibre de la aguja. Además, el dispositivo puede disparar fibras capaces de recoger objetos con un peso 80 veces superior al suyo en diversas condiciones.
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