por: Edgar Pilca
19/09/2024 | 6:00 pm
The New York Times
Científicos japoneses idearon una forma de unir tejido cutáneo vivo a rostros de robots y hacerlos «sonreír», en un avance que promete revolucionar la industria cosmética.
Es por ello que investigadores de la Universidad de Tokio unieron células cutáneas humanas con la forma de un rostro robótico y las estiraron hasta formar una amplia sonrisa.
El resultado, aunque inquietante, es un paso importante hacia la construcción de robots más parecidos a la vida real, según el investigador principal Shoji Takeuchi.
El robot sonriente es el fruto de una década de investigación de Takeuchi y su laboratorio sobre la mejor manera de combinar máquinas biológicas y artificiales.
El tejido vivo tiene numerosas ventajas sobre los metales y los plásticos, que van desde la eficiencia energética de los cerebros y los músculos hasta la capacidad de la piel para repararse a sí misma.
De cara al futuro, los investigadores pretenden añadir más elementos a la piel cultivada en laboratorio, incluido un sistema circulatorio y nervios.