por: Edgar Pilca
12/10/2023 | 8:00 am
La Sexta
La Nasa logró un hito histórico en septiembre del año pasado en su misión para proteger la Tierra de posibles amenazas espaciales, luego de estrellar con éxito su sonda DART contra el asteroide Dimorphos y conseguir un nuevo hallazgo.
El objetivo de esta colisión controlada era desviar ligeramente la trayectoria de Dimorphos y demostrar que se puede alterar el curso de un asteroide potencialmente peligroso para la Tierra.
Sin embargo, el impacto también tuvo otro efecto sorprendente: la liberación de varias docenas de rocas espaciales que escaparon de la superficie de Dimorphos y se dispersaron por el espacio.
Los científicos creen que estas rocas podrían haber sido desprendidas del asteroide por la onda sísmica generada por el impacto o por la columna de eyección que se formó tras el choque. Aunque también sospechan que Dimorphos está compuesto por escombros rocosos que se mantienen unidos por una fuerza gravitatoria.
Esta observación les sirvió para entender mejor la naturaleza y el comportamiento de los asteroides, así como para evaluar los riesgos y las oportunidades que ofrecen estos cuerpos celestes.