por: El Tiempo de Colombia
20/04/2016 | 10:31 am
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El multimillonario Donald Trump y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, ambos jugando “de locales”, se anotaron este martes importantes triunfos en la carrera por la nominación de los partidos demócrata y republicano de cara a las presidenciales de noviembre próximo.
Hasta el momento, los candidatos triunfan con contundencia en las elecciones primarias de Nueva York, uno de los estados que más pesan en el conteo de los delegados que se necesitan para obtener el cetro. (Ver también: Los reversazos de Trump en la campaña electoral de Estados Unidos).
Trump, que nació en Queens, barre a sus rivales obteniendo más el 60,2 % por ciento de los votos frente al gobernador de Ohio, John Kasich, y al senador Ted Cruz.
Hillary, por su parte, aventajaba al senador de Vermont Bernie Sanders con un 57,7 % por ciento del voto frente al 42,3 % por ciento de su rival. El polémico multimillonario llegó a la cita con 758 delegados de los 1.237 que necesita para obtener la candidatura de manera automática. Una ventaja cómoda frente a Cruz, su más inmediato seguidor (con 553), y sobrado frente a Kasich (145).
Nueva York ofrecía 95 delegados adicionales, de los cuales una gran mayoría serán para Trump. A estas alturas era imposible determinar el número con exactitud dado el complejo sistema de asignación que utiliza el estado.
Catorce de los 95 delegados se entregan a un solo candidato si este logra superar la barrera del 50 por ciento a nivel estatal. Los otros 81 delegados se distribuyen de la misma manera pero dependiendo de la votación en cada uno de los 27 distritos legislativos del estado (tres delegados por cada distrito).
Independientemente de las matemáticas, para Trump el triunfo era vital tras un par de semanas en las que perdió elecciones en varios estados y se vio envuelto en una serie de controversias que comenzaron a afectar su imagen.
Especialmente con los mujeres, al insinuar que las que abortaran debían ser castigadas y en política exterior, por sugerir entregar bombas nucleares a Japón y Corea del Sur para que hagan frente a la amenaza norcoreana y al confundir el 911 (día de los atentados terroristas del 2001 contra Washington y Nueva York) y 7 Eleven (la popular cadena de tiendas).
La apuesta de su campaña era recuperar impulso en Nueva York para llegar bien posicionado al próximo supermartes (este 26 de abril) cuando votarán cinco estados muy importantes de la costa este: Pensilvania, Connecticut, Delaware, Rhode Island y Maryland.
Aún así, su ruta a los 1.237 delegados seguía siendo muy complicada y la mayoría de los cálculos indicaban que ninguno lograría alcanzar el número mágico, dejando la selección del nominado para la Convención Nacional que realizará el partido en julio, donde su principal rival –Cruz– espera poder derrotarlo una vez los delegados sean liberados de sus compromisos originales y puedan votar por el candidato que mejor les parezca.
La victoria de Clinton en Nueva York, estado que representó entre el 2001 y el 2009 en el Senado, también era casi de vida o muerte. Sanders la había derrotado en seis de las últimas 7 primarias y un nuevo fracaso habría generado pánico en su candidatura.
Clinton, además, enfrentará un terreno más favorable en el supermartes del 26 de abril, pues la composición de los estados –importantes minorías hispanas y afroamericanas– la favorecen.
En el conteo de delegados, la ex primera dama lleva 1.791 delegados de 2.383 que necesita para ganar frente a los 1.115 que lleva Sanders (sin contar aún los delegados de Nueva York).