por: Edgar Pilca
10/08/2025 | 7:30 pm
Esther Alaejos / EFE
Probablemente ya hayas visto la foto Kim Kardashian con su vestido Versace dorado posando al lado de artefacto egipcio en la vitrina. Sin embargo, quizás desconozcas lo que hay detrás de ella.
La foto fue tomada durante la Gala del Met el 07 de mayo de 2018, un evento exclusivo para recaudar fondos del Museo Metropolitano, donde celebridades de todo el mundo compiten cada año para lucir el atuendo más llamativo.
El museo neoyorquino había adquirido recientemente, por la suma de 4 millones de dólares, el sarcófago dorado de Nedjemankh, sumo sacerdote del dios Herishef que vivió en Heracleopolis en el siglo I a. C.
Entre otras cosas, estaba a punto de inaugurar una exposición temporal dedicada a la pieza, titulada «Nedjemankh and His Gilded Coffin», que se interrumpió el 12 de febrero de 2019. Al parecer, principalmente debido a esta foto.
De hecho, el Museo Metropolitano se enteró del robo del sarcófago en Egipto en 2011, a pesar de la documentación —que resultó ser falsa— proporcionada por la casa de subastas parisina donde lo adquirió.
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El presidente y director ejecutivo del Museo Metropolitano, Daniel Weiss, se disculpó de inmediato con el ministro de Antigüedades, Khaled El-Enany, y con todo el pueblo egipcio, prometiendo la restitución del artefacto, lo que efectivamente ocurrió el 1 de octubre de 2019.
En un episodio reciente de un podcast del periodista Ben Lewis, surgió la información que llevó al fiscal adjunto de Manhattan, Matthew Bogdanos, experto en tráfico de arte, a iniciar la investigación. La entrevista permitió reconstruir el intrincado viaje del sarcófago desde el desierto egipcio hasta la Gran Manzana.
El comienzo, en particular, vincula la historia con la foto de Kim Kardashian. Bogdanos fue contactado por correo electrónico por un denunciante anónimo que, según se informa, se irritó al ver la foto por todas partes en línea y, sobre todo, al leer la enorme suma pagada por la pieza.
El informante supuestamente admitió ser uno de los ladrones que, siete años antes, habían robado el artefacto de la zona de Minya, a 250 km al sur de El Cairo, sin recibir la recompensa acordada. Para probar esta afirmación, el documento adjunto incluía, además de la foto de Kim, otras seis imágenes que mostraban el sarcófago recién excavado, aún cubierto de barro.
Debido a la falta de supervisión tras la revolución de 2011, los ladrones de la tumba supuestamente arrojaron vilmente la momia de Nedjemankh al Nilo y transportaron el «botín» a un lugar seguro, primero a lomos de un burro y luego en un vehículo todoterreno.
En 2013, se informó que fue enviado a los Emiratos Árabes Unidos a Hassan Fazeli, un anticuario, y luego —increíblemente— por FedEx a Hamburgo, Alemania, a la Galería de Dionisos. Aquí, Roben Dib, conservador de la galería, supuestamente creó una licencia de exportación falsa de 1971.
Finalmente, el sarcófago fue supuestamente comprado por Christophe Kunicki, experto en arqueología mediterránea y miembro del comité de la Société Française d’Égyptologie, quien lo propuso personalmente al Met.