por: María Fernanda Pérez
12/06/2024 | 6:00 pm
Crónicas de Fauna
En las profundidades del Amazonas, habita un gigante de las aguas dulces: el Arapaima gigas, también conocido como pirarucu o bacalao del Amazonas.
Este imponente pez, capaz de alcanzar hasta 3 metros de longitud y pesar hasta 250 kilogramos, es el pez de río más grande del mundo, solo superado por el esturión del Mar Negro.
El Arapaima es un depredador ápice, lo que significa que se encuentra en la cima de la cadena alimenticia. Su dieta incluye peces, aves y mamíferos acuáticos, y su tamaño le permite dominar las aguas del Amazonas.
Además, posee un cuerpo alargado y robusto, cubierto de escamas grandes y brillantes que le dan un aspecto imponente. De hecho, su aleta dorsal es alta y puntiaguda, mientras que la aleta caudal es lobulada, lo que le permite impulsarse con gran fuerza a través del agua.
Por otro lado, a diferencia de la mayoría de los peces, tiene una vejiga natatoria que le permite respirar aire atmosférico. Esto le da una gran ventaja, ya que puede sobrevivir en aguas con bajo contenido de oxígeno.
Un papel crucial en el ecosistema
El Arapaima juega un papel fundamental en el equilibrio del ecosistema amazónico. Como depredador principal, ayuda a controlar las poblaciones de otras especies y mantiene la salud del río.
Lamentablemente, estuvo a punto de extinguirse en la década de 1980 debido a la sobrepesca descontrolada. Su carne, apreciada por su sabor y textura, era un objetivo codiciado para los pescadores. Afortunadamente, gracias a los esfuerzos de conservación, las poblaciones de Arapaima se han recuperado en algunas áreas.
Sin lugar a dudas, el Arapaima es más que un simple pez. Es un símbolo de la riqueza y la biodiversidad del Amazonas, un ecosistema único y frágil.