por: Elena Velásquez
25/09/2025 | 8:30 pm
YangxLiu/Xinhua/imago images
Los loros son una de las superfamilias de aves más comunes, pero como en cualquier familia, hay algunos individuos que destacan por ser diferentes a los demás; ese es el caso del kakapo, el loro más singular del mundo.
Endémico de Nueva Zelanda, esta especie, denominada cientÃficamente como «Strigops habroptilus«, es considerada por algunos expertos como el tipo de loro más extraño del mundo debido a tres caracterÃsticas principales: es nocturno, sumamente pesado para su especie y, a diferencia del resto de loros, es incapaz de volar.
De acuerdo con los cientÃficos, todo apunta a que esta ave es una de las más antiguas del mundo, pues su historia evolutiva se remontarÃa al tiempo en que el territorio neozelandés se separó del supercontinente Gondwana; un evento que según los cálculos, habrÃa sucedido hace millones de años atrás.
Partiendo de esto, los expertos señalan que la separación de Nueva Zelanda del resto del continente permitió que el kakapo se desarrollara en un aislamiento total sin depredadores terrestres que pudieran amenazar su vida.
Gracias a estas circunstancias, este animal no se vio en la necesidad de volar, por lo que se convirtió en un ave terrestre capaz de moverse a plenitud caminando o incluso trepando por los bosques.
Justamente, fue esto lo que le condicionó a tener alas pequeñas y un cuerpo robusto cuyo peso puede variar entre los 2 y 4 kilogramos. Además, se estima que puede vivir hasta 60 años y posee un agudo sentido del olfato que le permite no solo encontrar sus alimentos, sino también evadir algunos peligros.
Sin embargo, pese a que sus caracterÃsticas le convierten en un tipo de loro sumamente interesante y capaz de vivir en condiciones atÃpicas para el resto de su especie, el estado de conservación del kakapo es crÃtico, pues debido a la caza, a los depredadores introducidos por el hombre (principalmente ratas y gatos) y a la desforestación, el número de individuos de esta especie han disminuido drásticamente, aunque gracias a trabajos de conservación, para el año 2024 habÃan unos 244 ejemplares.