por: Jonás Rodríguez
14/04/2022 | 7:00 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Los perros son mayormente conocidos por ser animales domésticos que integran las familias actuales, sin embargo, algunos de estos caninos colaboran en tareas comunitarias como en el rescate de personas en peligro.
En este sentido, los conocedores han indicado que desde hace más de 300 años, los dálmatas son mascotas habituales en muchas estaciones de bomberos, esto debido a su tamaño y musculatura, así como por su capacidad de empatizar.
Según los registros históricos, durante el siglo XVIII, se popularizó el uso de estos caninos como acompañantes de carruajes tras descubrir que los mismos mantenían los caminos despejados, empatizaban con los caballos y los calmaban.
Observando esto, los cuerpos de bomberos de la época decidieron aprovechar tales beneficios y sumaron dálmatas a las patrullas de incendios. Los perros corrían delante y detrás de los vehículos, permitiendo así que el auxilio llegase más rápido.
Además, los ejemplares, que cuentan con una destacada habilidad y resistencia, también colaboraban en la búsqueda de personas y en la vigilancia de lugares.
Con el paso de los años, el entrenamiento de estos canes ha ido evolucionando de forma amigable. Actualmente, los también llamados perros de rescate son entrenados por medio de un proceso de estimulación positiva con juegos diseñados especialmente para potenciar sus habilidades.
«El perro se le enseña a detectar el olor a persona, esté con vida o fallecida; y cuando el perro encuentra a la víctima accidentada o perdida, avisa con ladridos a los bomberos», explican los expertos.
Por su parte, en cuanto a otros caninos que también pueden desempeñarse como animales de rescate, figuran especies como el Pastor Belga, el San Bernardo, el Pastor Alemán y el Labrador.
Generalmente, entre las principales aptitudes para que los perros puedan desempeñar actividades de rescate, destacan la óptima forma física, la resistencia, el olfato y las actitudes alegres.
«Los perros rescatistas son esencialmente entrenados para movilizarse entre los escombros y avisar sobre la presencia de un cuerpo humano; son comunes en los desastres naturales, accidentes de gran magnitud o en la búsqueda de un individuo, siempre y cuando no haya incendios en acción y las condiciones no atenten contra la vida del animal», concluyen los conocedores.