por: Edgar Pilca
09/11/2024 | 8:30 pm
Jeff Finley-Unplash
La Torre del Diablo, esa imponente formación rocosa que se emerge en el estado de Wyoming, Estados Unidos, ha cautivado la imaginación de visitantes y estudiosos durante años.
Esta columna de basalto, que se eleva majestuosamente sobre el paisaje circundante, es mucho más que una simple curiosidad geológica. Es un lugar sagrado para las tribus nativas americanas, un escenario de películas icónicas y un enigma científico que continúa fascinando a geólogos y arqueólogos.
Su origen se remonta a millones de años, cuando la actividad volcánica formó esta característica columna de roca ígnea. La erosión posterior esculpió la forma distintiva de la torre, dejando a la vista columnas de basalto que se asemejan a las estrías de un árbol gigante.
Aunque parezca extraño, esta peculiar apariencia ha dado lugar a numerosas leyendas entre las tribus nativas americanas, quienes ven en la torre un lugar de poder espiritual y un vínculo con sus ancestros.
Todas las tribus coinciden en otorgarle a la torre un origen mítico. Algunas hablan de gigantescos osos que intentaron escalarla, dejando sus huellas en la roca; otras, de espíritus ancestrales que habitan sus alturas. Estas narraciones han sido transmitidas de generación en generación, enriqueciendo el significado cultural de este lugar.
Más allá de las leyendas, la Torre del Diablo también ha dejado su huella en la cultura popular. La película «Encuentros cercanos del tercer tipo» de Steven Spielberg, quien inmortalizó la torre como el lugar donde aterrizan los extraterrestres, consolidando su estatus como un icono de la ciencia ficción.
En la actualidad, la Torre del Diablo es un Monumento Nacional protegido por el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos. Cada año, miles de visitantes acuden para admirar su belleza natural y conocer un poco más su historia.