Conoce el origen del mito de la existencia del unicornio

El unicornio, según la mitología, se caracteriza por su belleza y elegante color blanco, pero lo que lo hace particular es su cuerno en la cabeza.

A través del tiempo se ha hecho presente la creencia de esta criatura fantástica, pero pocos conocen de dónde surgió este mito.

Según el museo americano de Historia Natural de Nueva York, las primeras referencias al mito provienen de la civilización del Valle del Indo, en el sur de Asia, las cuales se remontan en el año 2700 a.C.

El aspecto de la criatura parece una combinación entre el cuerpo de un ciervo, la cola de un buey, piel multicolor o escamosa como la de un dragón, y un cuerno cubierto de carne.

Por su parte, las leyendas europeas mencionan a este ser mítico como solitario que es visto pocas veces.

Esto se origina quizá en un error de traducción que hubo, ya que las personas que se dedicaban a traducir la Biblia del hebreo al griego, en el siglo III a.C; tomaron la palabra “re’em� para transformarla en la palabra griega “monokeros�, cuyo significado era “un cuerno�, refiriéndose a los rinocerontes.

Según el diccionario de la editorial Merriam-Webster, con los años ese término se convirtió en “unicornus� en traducciones latinas de la Biblia y en “unicornio� en las versiones inglesas del latín, asociándolo a su vez con Jesucristo y la pureza.

En el siglo XII, los comerciantes vendían en Europa colmillos de narval haciéndolos pasar como de unicornios; este engaño fue todo un éxito ya que en esas zonas no se conocían a estas ballenas del �rtico, cuya principal característica es un diente sobresaliente de 2 a 3 metros de largo, similar a un cuerno.

Estos supuestos cuernos fueron deseados por príncipes y papas de la época, quienes los veían como maravillas de la naturaleza y se guardaban como tesoros de las iglesias.

Por consiguiente, el unicornio, además de su pureza, se consideró un ser de magia, ya que comentaban que su cuerno podía hacer que el agua hirviera o se purificara, o que podía neutralizar el veneno de bebidas o alimentos, según la medicina árabe del siglo XII.

Asimismo, lo definen como criaturas que defienden la luz, la bondad y el amor.