por: María Fernanda Pérez
24/06/2023 | 7:00 pm
Haiman El Troudi
De gran altura y porte maravilloso, el Chaguaramo es una palma autóctona que es símbolo de la flora yaracuyana. También es conocida como “Palma Real venezolana”, calificativo que está ligado a la antigua nobleza colonial.
Este árbol puede encontrarse además es Portuguesa, Barinas, Cojedes, Monagas, Sucre, Bolívar, Táchira y Miranda, de manera natural.
Es una palmera originaria de las Antillas Menores y el Norte de Suramérica, miembro de la familia familia Arecaceae, de la cual también son parte el cocotero, la palma de aceite, el palmito, entre otros.
Es fuerte y puede soportar los vientos más contundentes y también resulta ser la segunda palma de mayor tamaño, después de Palma de Cera, llegando a medir entre 20 y 40 metros de altura.
Asimismo, sus largas y profundas raíces pueden medir hasta seis metros de largo y al ser trasplantadas pueden perder hasta el 70% de su soporte.
Su tallo es gris con formas distintas y sus hojas largas se agrupan como una corana en la copa. Estas pueden medir de 5 a 6 metros de longitud, elevándose al cielo.
Por otro lado, sus flores son pequeñas y de un tono blanco amarillento, que nacen luego de 18 años. Además, son polinizadas por el pegón y la abeja.
Los frutos del Chaguaramo son ovalados y verdosos, pero, cuando van madurando, se van tornando de un marrón rojizo. Esta florece y fructifica durante todo el año.
Dicha especie es cultivada normalmente para el uso ornamental, aunque en ciertos lugares los campesinos lo usan para hacer sus viviendas, mientras que sus hojas tiernas se emplean para elaborar encurtidos.
Su fruto es utilizado para alimentar al ganado porcino y el aceite que destila se puede usar para hacer jabón.
En Cuba, la raíz de este árbol es usada para expulsar los cálculos renales y en el tratamiento de la diabetes.