El Big Ben es mucho más que un simple reloj ¡Conoce todo al respecto!

El Big Ben, uno de los símbolos más emblemáticos de Londres, es mucho más que una simple torre con un reloj. Esta imponente estructura ha cautivado a millones de visitantes a lo largo de los años y encierra una historia fascinante llena de curiosidades.

La campana del Big Ben, la más grande de todas, pesa 13.7 toneladas. Su sonido característico, que puede escucharse a kilómetros de distancia, ha sido durante décadas la señal horaria de Londres. A pesar de su tamaño y antigedad, el mecanismo del reloj es sorprendentemente preciso, gracias a una serie de ingeniosas soluciones técnicas desarrolladas en el siglo XIX.

El origen del nombre «Big Ben» es un misterio que ha dado lugar a numerosas teorías. Una de las más populares sugiere que hace referencia a Benjamin Hall, un ingeniero civil que supervisó la construcción.

Otra versión apunta a Benjamin Caunt, un famoso boxeador de la época. Sea cual sea la verdad, lo cierto es que el nombre se ha quedado grabado en el imaginario colectivo.

Desde que comenzó a funcionar en 1859, el Big Ben ha sido testigo de grandes acontecimientos históricos. Ha visto pasar a monarcas, guerras y revoluciones, siempre cumpliendo su función de marcar el ritmo de la vida londinense.

A lo largo de su historia, ha demostrado ser un reloj extraordinariamente fiable, con muy pocas interrupciones en su funcionamiento.

Curiosidades que sorprenden

• Las esferas del reloj son mucho más grandes de lo que se aprecian a simple vista. Cada una mide 7,5 metros de diámetro.
• A pesar de las modernizaciones tecnológicas, el Big Ben sigue funcionando con su mecanismo original del siglo XIX.
• A lo largo de su historia, el Big Ben se ha retrasado muy pocas veces. Unos fuertes nevados en 1962 y un fallo mecánico en 2005 fueron las principales causas de estas imprecisiones.
• El sonido de la campana del Big Ben puede escucharse a varios kilómetros de distancia, lo que lo convierte en un sonido característico de Londres.