por: María Fernanda Pérez
05/11/2024 | 7:30 pm
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El Parque Nacional de Yellowstone, un paraíso natural en los Estados Unidos, alberga un secreto inquietante: un supervolcán de proporciones colosales. Situado en el noroeste del país, este coloso geológico ha capturado la imaginación y preocupación de científicos y la población en general durante décadas.
¿Qué es un supervolcán?
Un supervolcán no es más grande que un volcán común, sino que se caracteriza por la magnitud de sus erupciones. Estas pueden liberar miles de kilómetros cúbicos de material volcánico, lo que a su vez puede desencadenar cambios climáticos globales y catástrofes a escala planetaria.
La caldera de Yellowstone, una depresión de forma circular de unos 72 por 55 kilómetros, es la evidencia visible de erupciones prehistóricas. Bajo esta caldera se encuentra una cámara magmática gigante, alimentada por un punto caliente en las profundidades de la Tierra.
¿Por qué es tan peligroso?
Las erupciones de supervolcanes son eventos extremadamente raros, pero sus consecuencias pueden ser devastadoras. La ceniza volcánica podría cubrir vastas áreas, bloqueando la luz solar y causando un «invierno volcánico» que afectaría la agricultura y los ecosistemas a nivel mundial.
Asimismo, las áreas cercanas al volcán experimentarían flujos piroclásticos, avalanchas de gas caliente y ceniza que podrían arrasar todo a su paso. Además, se producirían terremotos y la liberación de gases tóxicos.
Aunque la posibilidad de una erupción inminente es baja, los científicos monitorean constantemente la actividad sísmica y geotérmica de Yellowstone. Los datos recopilados indican que, si bien el volcán está activo, no hay señales claras de una erupción a corto plazo.