Esta tumba con ventana es un testimonio del miedo a la muerte

En el cementerio de Evergreen, ubicado en New Haven, Vermont, Estados Unidos, se erige un monumento funerario que trasciende lo convencional.

No es su forma cuadrada, ni su construcción en granito lo que lo hace peculiar, sino una pequeña ventana de 90 centímetros cuadrados tallada en su centro. Esta ventana, más que un adorno, es un testimonio palpable de un miedo ancestral: el miedo a ser enterrado vivo.

El Dr. Timothy Clark Smith y la tapefobia

El protagonista de esta singular tumba es el Dr. Timothy Clark Smith, un médico del siglo XIX que, a lo largo de su vida, luchó contra una fobia intensa y poco común: la tapefobia. Este trastorno se manifiesta en un miedo irracional y persistente a ser enterrado vivo.

La angustia que Smith experimentó ante la posibilidad de despertar en un ataúd lo llevó a tomar una medida extrema. Al diseñar su propia tumba, incluyó una pequeña ventana que permitiera verificar si aún respiraba después de ser enterrado.

Esta peculiar solicitud, aunque pueda parecer extravagante en la actualidad, era un reflejo de las ansiedades que compartían muchas personas en una época en la que la ciencia médica no había desarrollado métodos precisos para determinar la muerte.

La tapefobia en el contexto histórico

El miedo a ser enterrado vivo no era una preocupación aislada de Smith. Durante siglos, la humanidad ha estado obsesionada con la idea de despertar en una tumba.

Numerosos relatos de personas que supuestamente habían sido enterradas vivas alimentaron este temor. De hecho, en el siglo XIX surgieron diversos inventos y prácticas funerarias diseñadas para prevenir esta terrible posibilidad.

Ataúdes con campanas interiores, tubos de aire que conectaban el ataúd con la superficie y bóvedas especialmente diseñadas fueron algunas de las soluciones propuestas. Incluso se crearon sociedades dedicadas a la prevención de entierros prematuros.

Lo cierto es que, la tumba del Dr. Smith se ha convertido en un símbolo de la fragilidad humana y de la lucha contra la muerte. Su decisión de incluir una ventana en su tumba revela una profunda vulnerabilidad y un deseo desesperado de control sobre su propio destino, incluso más allá de la muerte.