por: Yorman Sarmiento
07/08/2023 | 8:30 pm
BBC
Si no has estado enamorado o no tienes pareja, seguramente te habrás preguntado ¿Dónde está mi media naranja? se trata de una frase muy común que tiene origen muy particular.
Según textos históricos, el inicio de este término proviene del dramaturgo Aristófanes, un ateniense que había nacido justo debajo de la Acrópolis, alrededor del año 450 a.C.
Se cuenta que el dramaturgo quiso poner en escena grandes comedias, por lo que fue convocado a un «El Banquete» o «El Simposio», en el cual se pretendía examinar la naturaleza del amor; así que fueron convocados varios pensadores, solo que cuando era el turno de Aristófanes sufrió un ataque de hipo; una vez pasó, decidió inventar un mito acerca del tema.
En este sentido, el pensador decía que «primero, es preciso que conozcan la naturaleza humana y las modificaciones que ha sufrido, ya que nuestra antigua naturaleza no era la misma de ahora”.
Asimismo, Aristófanes comentaba que “el hombre primitivo era redondo, su espalda y sus costados formaban un círculo; y tenía cuatro manos y cuatro pies, una cabeza con dos caras, mirando en direcciones opuestas».
Además, el dramaturgo señalaba que gracias a su forma “podían caminar erguidos, como hacemos ahora, pero, cuando querían ir más rápido rebotaban como pelotas, podían hacer saltimbanquis, viajaban constantemente y eran felices. Algunos de ellos eran todos mujeres, algunos, todos hombres, y otros, mitad mujer y mitad hombre».
Luego de divulgarse el relato, comenzaría la tradición de incluir el termino media naranja a cuando falta esa parte del amor en la vida de las personas.
Al respecto, Mary Balfour, casamentera profesional, dijo que “la creación de Aristófanes es una idea muy moderna en cierto modo, porque su historia incorpora todos los aspectos de la sexualidad actual».
Para Balfour, esta historia “divide a los humanos en tres tipos diferentes. Hombres que aman a los hombres, mujeres que aman a las mujeres y mujeres y hombres que se aman entre ellos, y eso no podría ser más del siglo XXI”.