por: María Fernanda Pérez
03/09/2023 | 9:00 pm
Onda Vasca
El hipo es un fenómeno molesto y a veces vergonzoso que todos hemos experimentado alguna vez.
Se trata de una serie de espasmos involuntarios del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen y que interviene en la respiración.
Cuando el diafragma se contrae bruscamente, provoca una inhalación súbita de aire que hace que las cuerdas vocales se cierren, produciendo el característico sonido «hip».
Uno de los casos más extremos y sorprendentes de hipo crónico fue el de Charles Osborne, un granjero estadounidense que tuvo hipo durante 68 años, desde 1922 hasta 1990. Se estima que a lo largo de su vida, Osborne experimentó unos 430 millones de hipos, a una frecuencia de unos 40 por minuto.
¿Cómo empezó?
La historia de Osborne comenzó el 13 de junio de 1922, cuando tenía 28 años y estaba trabajando en una granja en Iowa. Ese día, mientras levantaba un cerdo de unos 160 kilos para sacrificarlo, sintió un fuerte dolor en el pecho y empezó a tener hipo. Al principio, pensó que se le pasaría pronto, pero no fue así.
Así, Osborne acudió a varios médicos, pero ninguno pudo encontrar una explicación ni una solución a su problema. Uno de ellos le sugirió respirar una mezcla de oxígeno y monóxido de carbono, pero eso solo le provocó más problemas respiratorios. Otro le dijo que tenía un tumor en el cerebro y que le quedaban seis meses de vida, pero eso resultó ser falso.
Con el tiempo, el hombre se resignó a vivir con su condición y desarrolló una forma de respirar que le permitía reducir los espasmos y hablar con cierta normalidad. A pesar de su hipo constante, pudo llevar una vida relativamente normal. Se casó dos veces y tuvo ocho hijos. Trabajó como granjero y como vendedor ambulante. Incluso sirvió como juez en algunas ocasiones.
¿Por qué se le quitó?
Después de casi siete décadas de tener hipo ininterrumpido, Osborne dejó de tenerlo repentinamente en febrero de 1990, sin ninguna razón aparente. Un año después, en mayo de 1991, falleció a los 97 años por causas naturales.
Asimismo, los médicos nunca pudieron determinar con certeza qué causó el hipo crónico de Osborne ni por qué se le quitó. Algunos especularan que pudo deberse a una lesión en el nervio frénico o vago, que controlan los movimientos del diafragma. Otros sugirieron que pudo ser consecuencia de algún trastorno gastrointestinal o neurológico.