por: María Fernanda Pérez
06/06/2023 | 6:30 pm
Haiman El Troudi
La sarrapia, cuyo nombre científico es Diphysa punctata, es un árbol perteneciente a la familia Fabaceae, reconocido por dar el fruto de la cumarina, una sustancia aromatizante.
Esta es una imponente y frondosa especie que puede llegar a medir de ocho a 30 metros de alto. Sus hojas están compuestas con cuatro o seis foliolos aovados oblongos, acuminados con puntos translúcidos, de seis a un centímetros de largo y de tres a 6 seis de ancho, con unas características flores.
Este árbol crece de manera silvestre al sur de Venezuela, especialmente en las cabeceras de los afluentes de la margen derecha del Orinoco, formando extensas manchas llamadas “sarrapiales”.
Es así que, de febrero al mes de abril, los suelos bajo estos árboles se tiñen de unos vibrantes tonos morados y el ambiente se llena de un aroma exquisito que emana la sarrapia. Este factor convirtió al país en el principal exportador de su fruto.
De acuerdo a datos históricos, los indígenas del pueblo Mapoyo fueron los precursores del aprovechamiento de esta semilla, pues lo hacían de manera colectiva.
Asimismo, estudios han indicado que aporta beneficios medicinales, cosméticos y es bastante cotizado en la pastelería.
Es oportuno destacar la sarrapia fue declarado árbol emblemático del estado Bolívar, gracias a su porte señorial y el valor del fruto que brinda.