Flores amarillas cada 21 de marzo: ¿Cómo se originó este gesto?

Cada 21 de marzo, las redes sociales se inundan de imágenes de flores amarillas, un gesto que se ha convertido en una tradición popular en muchos países de Latinoamérica. Pero, ¿cuál es el origen de esta costumbre?

La respuesta se encuentra en la popular serie de televisión argentina «Floricienta», estrenada en 2005. En una de sus canciones más icónicas, «Flores amarillas», la protagonista expresa su anhelo de recibir estas flores como muestra de amor verdadero.

Esta emotiva escena resonó en el corazón de los espectadores, quienes adoptaron la idea de regalar flores amarillas como un símbolo de amor puro, esperanza y nuevos comienzos.

Un gesto que trasciende fronteras

Lo que comenzó como una referencia a una serie de televisión, se ha transformado en una tradición arraigada en países como Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay, Brasil y Ecuador.

Cada 21 de marzo, las calles se llenan de color amarillo, mientras las personas intercambian este hermoso gesto con sus seres queridos.

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Si bien las flores amarillas se asocian principalmente con el amor romántico, su significado va más allá. También representan la amistad, la felicidad y la juventud.

Regalar flores amarillas puede ser una forma de expresar cariño y aprecio a amigos, familiares o cualquier persona especial en tu vida.

Un símbolo de alegría y optimismo

El color amarillo se asocia con la alegría, la luz y la energía positiva. Al regalar flores amarillas, se transmite un mensaje de optimismo y buenos deseos.

Además, coincidiendo con la llegada de la primavera en el hemisferio norte, estas flores se convierten en un símbolo de renovación y esperanza.