por: Edgar Pilca
03/12/2024 | 7:30 pm
Imagen Referencial- Evgeniy Smersh en Unsplash
Cuando pensamos en la Navidad, imágenes de felicidad, regalos y la cálida figura de Santa Claus vienen a la mente. Sin embargo, en las sombras de esta festividad, acecha una criatura muy diferente: Krampus.
Originario de las tradiciones folclóricas de los países alpinos, este demonio navideño es la antítesis de Santa Claus, encarnando el castigo y el miedo.
Es descrito como una criatura horripilante, cubierta de pelo, con cuernos y una larga lengua. Acompañando a San Nicolás en la noche del 5 al 6 de diciembre, Krampus se encarga de visitar a los niños que se han portado mal durante el año. Mientras que Santa Claus premia la buena conducta con regalos, la bestia castiga la mala con azotes, encarcelamiento en un saco o incluso el secuestro.
Alessio Zaccaria en Unsplash
Las raíces de Krampus se remontan a antiguas tradiciones paganas, donde se celebraba el solsticio de invierno y se honraba a espíritus de la naturaleza. Con la cristianización de Europa, esta figura fue adaptada y asociada a la Navidad, convirtiéndose en un contrapeso a la bondad de San Nicolás.
Krampus en la actualidad
A pesar de sus orígenes paganos, la figura de Krampus ha perdurado hasta nuestros días. En países como Austria, Alemania y Suiza, se celebran grandes desfiles donde personas disfrazadas de Krampus recorren las calles, asustando (de forma lúdica) a los más pequeños. Estos eventos han ganado popularidad en los últimos años, convirtiendo a Krampus en un fenómeno cultural de alcance internacional.