por: MarÃa Fernanda Pérez
07/05/2025 | 6:00 pm
Foto: Gustavo Castaing /archivo ClarÃn
La tragedia de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, se convirtió en un hito sombrÃo en la historia del rock argentino y de la sociedad en general.
Aquella noche, el local República Cromañón, en el barrio de Once de Buenos Aires, se transformó en un escenario de horror durante un concierto de la banda Callejeros. Un incendio, originado por una bengala que prendió fuego el techo y la decoración del lugar, desencadenó una catástrofe que dejó una marca imborrable.
El saldo fue devastador: 194 personas perdieron la vida, en su mayorÃa jóvenes, y cientos más sufrieron heridas de diversa gravedad.
Las pérdidas materiales fueron inmensas, pero el impacto emocional y social fue aún mayor. La tragedia desató una ola de indignación y dolor en todo el paÃs, y puso en evidencia la falta de control y las negligencias en materia de seguridad en los locales de espectáculos.
AsÃ, las consecuencias polÃticas y legales fueron inmediatas. El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue duramente cuestionado, y el jefe de Gobierno, AnÃbal Ibarra, fue sometido a un juicio polÃtico y destituido de su cargo.
Se iniciaron investigaciones y juicios que llevaron a la condena de varios responsables, incluyendo al dueño del local, Omar Chabán, y a miembros de la banda Callejeros.
Pertenencias de las vÃctimas de la tragedia en el interior de Cromañon. Foto: Andres D’Elia / archivo ClarÃn
Lo cierto es que la tragedia de Cromañón también provocó un profundo cambio en la cultura del rock argentino. Se implementaron nuevas normativas de seguridad en todo el paÃs, y se intensificaron los controles en los locales de espectáculos.
Asimismo, la banda Callejeros se vio envuelta en una controversia que marcó su carrera. Fueron acusados de negligencia y de incitar al uso de pirotecnia en sus conciertos.
El juicio determinó la culpabilidad de algunos de sus miembros, lo que generó un intenso debate público y dividió opiniones. La banda se separó tras estos eventos, pero su música y su legado quedaron marcados por la tragedia.
Cromañón es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la importancia de la seguridad en los espacios públicos. La tragedia dejó una cicatriz profunda en la sociedad argentina, pero también impulsó cambios significativos en la forma en que se conciben y se regulan los eventos masivos.