por: Edgar Pilca
10/09/2024 | 8:00 pm
Vaniatis
En la comunidad puritana de Salem, Massachusetts, a finales del siglo XVII, se desató una histeria colectiva que culminó en uno de los episodios más oscuros de la historia de Estados Unidos: la caza de brujas de Salem.
Todo comenzó con un grupo de niñas experimentaron extraños síntomas: convulsiones, alucinaciones y habla incoherente. Los médicos de la época, incapaces de encontrar una explicación médica, atribuyeron estos males a la influencia del demonio.
La caza
A partir de estas acusaciones, se desató una verdadera cacería de brujas. Las niñas, bajo presión e influenciadas por la histeria colectiva, comenzaron a señalar a vecinos y conocidos como responsables de sus males.
Cualquier comportamiento inusual o cualquier persona que no encajaba en el molde de la sociedad puritana podía convertirse en blanco de acusaciones.
Los juicios eran sumarios y las pruebas, prácticamente inexistentes. Solo se necesitaban las acusaciones de las niñas y el testimonio de otras personas que, por miedo o convencimiento, corroboraban las acusaciones.
La paranoia se apoderó de la comunidad y la acusación de brujería se convirtió en una forma de resolver conflictos personales o sociales.
¿Por qué Salem?
Existen diversas teorías para explicar por qué Salem fue el escenario de esta terrible tragedia. Algunos historiadores apuntan a una histeria colectiva alimentada por el miedo y la superstición.
Otros sugieren que la rígida sociedad puritana, con sus normas morales y religiosas, creó un ambiente propicio para la acusación y la persecución.
También se ha planteado la posibilidad de que los síntomas de las niñas fueran causados por alguna enfermedad, como el ergotismo, que produce alucinaciones y convulsiones.
Un legado
Los juicios de Salem dejaron una profunda huella en la historia. Más de 200 personas fueron acusadas, 19 de ellas fueron ejecutadas en la horca.
Entre las víctimas había hombres, mujeres, ancianos y jóvenes. La mayoría eran personas respetadas de la comunidad, pero también hubo acusaciones contra extranjeros, pobres y aquellos que se salían del molde de la sociedad puritana.