Las Catacumbas de París: Un laberinto de huesos bajo la ciudad del amor

Las Catacumbas de París son mucho más que un simple camposanto. Se trata de una red de túneles subterráneos que se extienden por kilómetros bajo la ciudad, y que albergan los restos de millones de parisinos. Este lugar, cargado de historia y misterio, ha cautivado la imaginación de visitantes de todo el mundo durante siglos.

La historia de las Catacumbas se remonta a finales del siglo XVIII, cuando los cementerios de París se encontraban en un estado deplorable, generando graves problemas de salud pública. Para solucionar esta situación, se decidió trasladar los restos a las antiguas canteras de piedra caliza que se encontraban bajo la ciudad.

En 1786, las canteras fueron declaradas «Osario municipal de París» y se inició el proceso de traslado de los huesos. Los trabajadores apilaron los restos de forma artística, creando un laberinto macabro y fascinante.

Misterios y leyendas

A lo largo de los años, las Catacumbas han sido objeto de numerosas leyendas y mitos. Se dice que existen cámaras secretas, túneles que se extienden más allá de lo conocido y que el lugar está habitado por espíritus. La oscuridad, el silencio y la inmensidad de las catacumbas han alimentado la imaginación de quienes las han visitado.

Foto de Travis Grossen en Unplash

Se rumorea que existen túneles que conectan las Catacumbas con otros puntos de la ciudad, incluso con el Palacio de Versalles.

También muchos visitantes aseguran haber visto sombras, escuchado voces o sentido presencias extrañas en las Catacumbas.

La atmósfera de las Catacumbas es propicia para la aparición de fenómenos que podrían ser considerados paranormales. La oscuridad, el silencio y la sensación de estar rodeado de miles de esqueletos pueden provocar una fuerte impresión en los visitantes. Algunos aseguran haber vivido experiencias sobrenaturales, como sentir frío repentino, ver luces extrañas o escuchar susurros.