por: María Fernanda Pérez
12/04/2024 | 6:00 pm
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Levi Strauss, un nombre que hoy en día es sinónimo de pantalones de «jean», esconde la historia de un emigrante alemán que llegó a Estados Unidos con sueños de prosperidad y terminó revolucionando la industria textil.
Nacido en Buttenheim, Baviera en 1829, Levi provenía de una familia judía que buscaba mejores oportunidades en el Nuevo Mundo.
A la edad de 18 años, se embarcó en un viaje que lo llevaría a Nueva York en 1847. Allí, se reunió con familiares y se sumergió en el negocio textil, trabajando en la tienda de su tío Nathan. Tras varios años de aprendizaje y experiencia, decidió trasladarse a San Francisco en 1853.
De este modo, en la ciudad californiana, Levi se encontró con un mercado ávido de ropa resistente y práctica para los trabajadores.
Fue entonces cuando se asoció con Jacob Davis, un sastre que había inventado un método para reforzar los pantalones con remaches. Juntos, patentaron esta técnica en 1872 y dieron nacimiento a Levi Strauss & Co., la empresa que cambiaría para siempre la historia de la moda.
Los «blue jeans», como se les conoce popularmente, se convirtieron en un éxito rotundo entre los mineros, vaqueros y trabajadores de la época.
Su resistencia, comodidad y estilo los catapultaron como una prenda indispensable en el armario masculino. Por otro lado, la empresa no solo satisfacía la demanda local, sino que también comenzó a exportar sus productos a otros países, expandiendo su alcance a nivel mundial.
A lo largo de su vida, se consolidó como un empresario visionario y filántropo. Su compromiso con la calidad, la innovación y la responsabilidad social convirtió a Levi Strauss & Co. en una de las marcas más reconocidas del planeta.
Más allá de los jeans
Por otro lado, Levi Strauss no solo fue un magnate de la industria textil, sino también un hombre con una vida personal rica e interesante. De hecho, era sumamente religioso y observaba las tradiciones judías, también le apasionaba la música y, en especial, tocar el violín.
Asimismo, era un lector empedernido, pues contaba con una extensa biblioteca personal.
Igualmente, se le considera un ejemplo del «sueño americano», un inmigrante que alcanzó el éxito gracias a su trabajo duro y tenacidad.
Levi Strauss falleció en 1902 a la edad de 73 años, dejando un legado que perdura hasta el día de hoy. Sus pantalones se han convertido en un ícono cultural que trasciende fronteras y generaciones, y su empresa continúa siendo un gigante en la industria de la moda.