por: María Fernanda Pérez
22/09/2023 | 10:30 pm
Terra
Natasha Coates es una atleta de élite con discapacidad que ha ganado títulos nacionales de gimnasia. Sin embargo, su pasión por el deporte y la vida se ve amenazada por una rara condición que le impide sentir emociones fuertes sin poner en riesgo su salud.
Natasha, de 28 años, padece el síndrome de activación de mastocitos (MCAS), una enfermedad que hace que su cuerpo reaccione de forma exagerada a diversos estímulos, como alimentos, perfumes, productos de limpieza, sudor, risa, llanto o estrés.
Estas reacciones pueden provocar síntomas como picazón, enrojecimiento, indigestión, dificultad para respirar o shock anafiláctico.
El MCAS es una enfermedad poco conocida y difícil de diagnosticar. Natasha descubrió que la tenía cuando tenía 18 años, después de sufrir su primer shock anafiláctico mientras entrenaba en el gimnasio.
Pese a esto, no se deja vencer por su condición y sigue practicando la gimnasia adaptada, aunque con muchas precauciones y limitaciones.
Su enfermedad le impide sentir sus brazos y piernas cuando hace ejercicio, lo que le dificulta controlar sus movimientos y le causa frecuentes caídas e heridas. Además, tiene que evitar cualquier emoción que altere su estado físico o mental.
«Vivo al límite de mis emociones. (…) Cualquier cambio en el status quo de mi cuerpo, ya sea que esté riendo, llorando, triste o estresada, puede causar una reacción química. Soy alérgica a las emociones fuertes. Una vez casi me muero por un ataque de risa con unos amigos», aseguró.