Nuez Moscada: Dulce especia con un lado oscuro

La nuez moscada, esa bola marrón veteada que adorna nuestros platos desde hace siglos, guarda en su interior un secreto intrigante: propiedades alucinógenas.

Esta especia común, utilizada en un sinfín de recetas dulces y saladas, puede convertirse en una sustancia psicoactiva si se consume en grandes cantidades.

Imagina esto: consumes nuez moscada en cantidades considerables y, tras un par de horas, las alucinaciones te invaden.

Colores vibrantes inundan tu vista, mientras sonidos extraños acarician tus oídos. Una euforia inicial puede dar paso a la paranoia y la ansiedad, mientras tu cuerpo lucha contra los efectos de la miristicina y la elemicina, los compuestos responsables de este peculiar viaje.

Pero este viaje no es ni placentero ni seguro. Náuseas, mareos, ansiedad y sensación de muerte inminente pueden ser las consecuencias de una intoxicación por nuez moscada.  

Por lo tanto, expertos aconsejan que es crucial diferenciar el uso culinario de la nuez moscada, donde pequeñas cantidades aportan un sabor y aroma únicos a nuestras creaciones culinarias, del consumo intencional con fines alucinógenos, una práctica altamente desaconsejable y potencialmente mortal.