por: Yorman Sarmiento
02/07/2024 | 6:00 pm
El Carabobeño
Conocido como «Dorángel» o «El Comegente», el caníbal venezolano, José Doráncel Vargas asesinó y se comió a por lo menos 15 personas, sin embargo, investigadores creen que fueron entre 20 y 40 sus víctimas totales.
«Dorángel» nació en Santa Elena de Arenales, el 14 de mayo de 1957, y la historia lo registra como el primer y peor homicida de la historia. Vivía en las calles y tenía antecedentes esquizofrénicos.
De acuerdo con relatos, atacaba en el parque 12 de Febrero, en los alrededores del río Torbes de la ciudad de Táriba y hasta en el estado Táchira, a 750 kilómetros de Caracas.
En el caso de su familia, era de escasos recursos y se dedicaban a la agricultura, hecho que lo obligó a dejar los estudios cuando estaba en sexto grado para así ayudar con los gastos de su casa.
Con el tiempo, se dedicó a cometer hechos delictivos menores, luego se convertiría en un asesino serial, aunque comenzó hurtando gallinas y ganado.
En 1995, cuando tenía 38 años de edad, fue recluido en el Instituto de Rehabilitación Psiquiátrica de Peribeca por la muerte y posterior ingesta del cuerpo de Cruz Baltazar Moreno.
A los dos años de su ingreso, «El Comegente» fue dado de alta del centro, y siguió con la ola de homicidios y canibalismo. Según investigadores, los crímenes los cometió entre noviembre de 1998 y enero de 1999, momento en el que las familias notificaron a la Policía la desaparición de los fallecidos.
El hombre cazaba a sus víctimas con un tubo en forma de lanza, posteriormente los descuartizaba, y guardaba las partes que se comía para cocinarlas, además, enterraba los pies, las manos y las cabezas.
Las víctimas se elegían al azar, eran deportistas y obreros que trabajaban en la orilla del río, según los expertos en el caso, no comía mujeres ni chicos.
Para el 12 de febrero de 1999, integrantes Defensa Civil hallaron los restos de dos jóvenes y alertaron a las fuerzas de seguridad sobre su hallazgo, por lo que se inició una intensa búsqueda, puesto que se pensó que se hallarían más cadáveres y, en efecto, se localizaron restos de seis cuerpos más.
Los efectivos comenzaron a revisar las hipótesis de las denuncias de los desaparecidos, y se sospechó del sujeto, puesto que residía en una zona cercana.
La policía logró allanar la vivienda de Dorangel, donde fueron encontrados varios recipientes que contenían carne humana y vísceras preparadas para el consumo, así como tres cabezas humanas y varios pies y manos.
Una vez capturado, José Doráncel Vargas confesó los crímenes que cometió y dijo que mató y comió 10 varones en un periodo de dos años desde su arresto en 1999.
El homicida fue diagnosticado con esquizofrenia paranoide, por lo cual, ante la ley venezolana, era inimputable, sin embargo, en la actualidad permanece aislado en un centro penitenciario del estado Táchira, debido a que en el país no existe ningún centro con las condiciones adecuadas para su reclusión.