por: María Fernanda Pérez
20/05/2023 | 5:30 pm
La Mosca
En las profundidades del mar Caribe, en la isla holandesa de Bonaire, cerca de la costa de Venezuela, se encuentra un vivero submarino que es la más reciente apuesta de la organización Reef Renewable Bonaire para aumentar la cantidad de corales que son hogar de más de 350 especies de peces.
Esta organización ha implementado, en la última década, un proceso de recuperación natural de los corales del sur del Caribe que tiene por nombre fragmentación.
«Reproducimos miles y miles de corales en nuestro vivero (…) Los cortamos como haciendo jardinería dentro del agua. (…) Por ejemplo, digamos que tenemos un coral y le llamamos la colonia madre (…) Puedes cortar una porción y ese fragmento es capaz de cicatrizar y luego comenzar a crecer (…) Los nuevos corales serían clones de la colonia madre», detalló la directora de Operaciones de Reef Renewable Bonaire, Francesca Virdis.
A su juicio, este procedimiento ha conseguido producir y plantar en el arrecife de la isla hasta de 10 mil corales al año.
Dicha restauración está enfocada en los corales cuerno de alce y el de cuerno de venado, ambos en peligro e importantes refugios para la fauna del mar.
«Cuando comenzó el proyecto, recogimos muestras de casi 50 cepas de estas especies (…) Necesitamos encontrar corales que sean más resistentes, que sean más resilientes», comentó.
Es oportuno señalar que un estudio reciente reveló una decoloración de corales del 61%, fenómeno que evidencia el estrés potencialmente letal para los organismos.
Pese a este panorama, Virdis se mantiene optimista y asegura sentirse satisfecha de impulsar una labor tan importante para el ecosistema.
«Ver cómo se desarrolla el coral que tú has cultivado desde que eran pequeños fragmentos y que has cuidado durante unos años, primero en el vivero y luego plantándolos y monitoreándolos durante años (…) es muy reconfortante (…) Significa que lo que estamos haciendo realmente hace una diferencia», mencionó.