por: Elena Velásquez
16/09/2022 | 3:30 pm
El Economista
La adición de palabras al vocabulario y la eliminación de otras que se encuentran en desuso son parte del día a día del español, pero ¿sabías que recientemente se redujo oficialmente el alfabeto?
Hasta hace poco tiempo, la Real Academia Española (RAE), que es el principal ente cultural dedicado a “la regularización lingüística entre el mundo hispanohablante”, concebía el abecedario español como un conjunto de 29 signos: a, b, c, ch, d, e, f, g, h, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z; pero ahora el número se redujo a solo 27.
¿Por qué se tomó esta decisión? Porque la institución consideró que no era necesario incluir la “ch” y la “ll” en la lista de signos por la que se rige el idioma, debido a que tanto la “ch” como la “ll” tienen su origen en la combinación de dos grafemas.
A este tipo de conjuntos de dos letras se les conoce como dígrafos por su representación escrita, pues fonéticamente, se escuchan como un solo sonido; es decir, en lugar de pronunciar la “ch” como “ce-ache”, se pronuncia “che”; mismo caso de la “ll”, que no se pronuncia como “ele-ele”, sino como “elle”.
No obstante, cabe destacar que, desde hace algún tiempo, no se solían contar la “ch” y la “ll” como parte del alfabeto español, pero la RAE no había “oficializado” su exclusión. Sin embargo, más allá de que estos dígrafos ya no se incluyan en el abecedario, su uso escrito y fonético seguirá como de costumbre.
De esta forma, el alfabeto queda compuesto por las letras: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.