por: Elena Velásquez
21/08/2024 | 8:00 pm
Pixabay - Imagen Referencial
Las aves planeadoras han despertado la curiosidad del hombre desde hace muchos siglos. La forma en que sus cuerpos son capaces de elevarse y mantenerse en el aire sin apenas mover sus alas ha sido motivo de estudio recurrente a lo largo de la historia, especialmente, porque volar siempre ha sido uno de los más grandes deseos de los humanos.
Justamente, tantos años de estudio han arrojado luz sobre la mecánica de vuelo de las aves y, uno de los más recientes descubrimientos sobre esto, es que las grandes especies planeadoras (como las águilas, los halcones, e incluso, los buitres) son capaces de utilizar sus pulmones para modificar la forma en la que vuelan.
Según un reciente estudio, además de aprovechar las corrientes de aire ascendentes, estas aves de gran envergadura cuentan con una especie de «bolsa de aire especial» ubicada dentro de sus pulmones; la cual, cumple una función similar a «un pequeño motor adicional», permitiéndoles incrementar la fuerza de los músculos de las alas para que, a su vez, puedan mantenerlas extendidas durante más tiempo sin cansarse.
Curiosamente, los investigadores descubrieron este saco de aire al que se denomina «divertículo subpectoral o SPD», por pura casualidad. El hallazgo, lo hizo la bióloga evolutiva de la Universidad de Florida y directora del estudio, Emma Schachner, mientras estudiaba las alas de un halcón.
En la revisión del animal, la científica notó «una enorme protuberancia entre el músculo que aletea hacia abajo (pectoral) y el que aletea hacia arriba (supracoracoideus)», por lo que decidió revisar si esta bolsa de aire estaba presente en otras 67 especies de aves, para determinar si se trataba o no de una mejora evolutiva relacionada al vuelo.
Fue así como la especialista notó que dicha bolsa no estaba presente en las aves no voladoras que analizó, lo cual «sugiere claramente que esta estructura única es funcionalmente significativa para el vuelo de altura».