por: Yesimar Gerdler
06/01/2023 | 6:00 pm
Pixabay
En los países donde las bajas temperaturas ocasionan que la nieve cubra completamente las vías de transporte, las autoridades utilizan camiones que arrojan sal en las calles para derretir el hielo.
Pero ¿por qué específicamente este mineral?
Esto se debe a que el poder de la sal, o cloruro de sodio, no se encuentra en el deshielo sino en la congelación.
Para entender este complejo proceso químico, debemos recordar que el punto de congelación del agua es de 0° C, o 32° F. Eso significa que cuando el vital líquido alcanza esta temperatura, las moléculas se detienen, lo que origina el hielo.
Sin embargo, la sal interrumpe este proceso, debido a que, al entrar en contacto con el agua, el mineral se descompone en dos iones: uno de sodio y uno de cloruro, que se mueven ocupando el espacio vacío en medio de las moléculas del agua, separándolas y frustrando así el enlace necesario para formar hielo.
Esta interrupción se conoce como «descenso crioscópico» o «depresión del punto de fusión», es decir, la sal reduce el punto de congelación del agua. No obstante, la sal sólo puede actuar como anticongelante a temperaturas superiores a los -9°C.
Además, este método tiene un efecto negativo, al derretirse la nieve, la sal arrastrada puede matar pequeños animales acuáticos, deshidratar y secar plantas, alterar la composición de la tierra y limitar la circulación del agua en lagos y ríos.