por: Redacción
02/04/2024 | 8:19 am
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Poderoso Príncipe de las huestes celestiales, acompáñame en este momento. Tú, que eres el guardián de Dios, ilumina mi camino en este instante, y protégeme de todo peligro, de todo mal, de toda enfermedad postiza o natural, protégeme de toda envidia, en el nombre poderoso de Jesús.