Confesiones de un hijo prodigo

Es una historia sobre la mayoría de edad que sigue a Sean (Nathan Clarkson) mientras se rebela y deja su hogar, su familia y su padre (Kevin Sorbo) para descubrir la vida por su cuenta. Dos años más tarde, mientras todavía está en el camino para encontrar las respuestas de la vida, Sean repentinamente se encuentra cuestionando todo lo que creía saber cuando se enfrenta a un profesor (Darwin Harris) que reta a Sean a ver su vida como una historia; un mejor amigo (Azel James) caminando por un camino peligroso; y una joven fuerte y hermosa (Rachael Lee) que está en su propio viaje hacia las respuestas. Cada uno de estos elementos hace que Sean examine más las elecciones que está haciendo. La historia es de drama, risa, relaciones, fe y redención, y finalmente se formula la pregunta ¿Pueden las historias rotas tener finales felices?