Ella ama el baile urbano, callejero, experimental, el de la rumba y los encuentros nocturnos, pero sus padres no pueden saberlo. Por eso baila ballet, jazz y danza contemporánea de día, pero de noche, se escapa a una de las discotecas a bailar música disco. Allí conoce a Alberto, creando una admiración mutua por lo que hace el otro.