por: María Fernanda Pérez
27/11/2024 | 2:00 pm
Fotos de @esalansuarez
En un encuentro cercano y ameno con Alan Suárez, el carismático animador que se ha convertido en el nuevo rostro de los exteriores de Vitrina, compartió sus miedos y vulnerabilidades, demostrando una autenticidad que lo hace aún más cercano a su público. Más allá de la imagen del presentador lleno de energía que vemos en pantalla, encontramos a un joven de 22 años con sueños ambiciosos, temores auténticos y una profundidad de alma que conmueve.
Alan abrió las puertas de su mundo interior, compartiendo aquellos aspectos más personales que rara vez se revelan en las entrevistas. Con una honestidad conmovedora, habló de sus mayores aspiraciones, de aquellos miedos que lo acompañan en su día a día y de la manera en que ve la vida, y es que, para el joven marabino, lo más importante en la vida es la felicidad.
“Esa palabra abarca muchas cosas, pero una cosa va de la mano de la otra. Yo creo que el ser feliz abarca el área amorosa, el área familiar, el área económica, muchas y creo que hay que siempre buscar la felicidad en esas áreas. Yo creo que una de las cosas más importantes es que, y lo he aprendido en los últimos años, en los últimos meses, un poco a los golpes por cosas que he pasado, que no hay nada más increíble que uno tener tranquilidad y paz mental”, expresó.
Su filosofía es simple: si bien habrá días tristes o molestos, hay que “intentar mantener una sonrisa siempre.”
“Y siempre perseguir cosas que te hagan feliz. Ese trabajo, esa meta, ese sueño, esa persona, pero siempre llevar esos cauces a la felicidad, a la prosperidad, al éxito”, añadió.
Además, se considera a sí mismo como una persona empática.
“Hay veces que una sonrisa tuya puede cambiar el día de alguien”, sostuvo.
Pero como cualquier ser humano, Alan tiene miedos que lo acechan. Uno de ellos es, en sus palabras, “lo desconocido”.
“Te doy un ejemplo; si a mí me dicen, ‘Alan, mira, te voy a dar un golpe aquí en el brazo’, yo me puedo preparar para ello porque sé lo que se siente”, exteriorizó con evidente preocupación.
Y, en definitiva, lo que hay “después de la muerte”, es un temor recurrente para él.
“Perder a un ser querido, creo que eso siempre es un miedo constante, esos serían mis mayores miedos, honestamente”, agregó.
Un corazón repleto de sueños
Su juventud y entusiasmo son contagiosos, pero es su autenticidad y su capacidad de soñar en grande es lo que realmente cautiva de él, y es que, para Alan, el cielo es el límite.
“Una cosa son los sueños y otra cosa son las metas. Metas creo que son las que yo me pongo cada día para mejorar”, reflexionó.
Asimismo, asegura estar trabajando arduamente para conseguir esos anhelos que viven dentro de su alma.
“Yo quiero ser grande. De hecho, desde pequeño me he preparado para eso. O sea, no solamente en el arte, en el espectáculo. Yo hablo inglés, he intentado aprender deportes, he intentado ser un artista íntegro. Porque quiero lograr cosas grandes. Quiero ser el mejor animador. Y cuando te hablo del mejor animador… No solamente el mejor animador de Venezuela. Yo quiero algún día estar animando eventos en los Estados Unidos, por ejemplo. Quiero estar a ese nivel y para eso me estoy preparando”, reveló.
Alan afirma admirar a figuras de la talla de Edgar Ramírez y Alejandro Nones, venezolanos que marcan la pauta en el mundo del entretenimiento internacional y que representan a la bandera tricolor.
Un consejo para los nuevos talentos
Esta nueva etapa, ha sido, sin lugar a dudas, una montaña rusa de emociones para esta joven promesa de la televisión, es por ello que aprovechó la oportunidad de dirigirse a los nuevos talentos emergentes, para así dar un mensaje muy especial.
“Muchas veces te van a decir que no. A mí me han dicho, desde muy pequeño, cuando lo intentaba, me decían ‘Ay, Alan, no me parece que estés listo’, pero tenéis que seguir practicando y luchando. Lo digo con toda responsabilidad, ¡que te entre por un oído y te salga por el otro! La profesión del mundo artístico y del espectáculo es hermosa. Vas a conseguir experiencias superbonitas, vas a conocer gente increíble y es una profesión que, si la amáis, te la vais a disfrutar. Entonces, no dejes que nadie te diga que no. Perseguí tus sueños”, señaló el zuliano.
Sin lugar a dudas, Alan demuestra que detrás de cada sonrisa y cada palabra hay un ser humano complejo y lleno de matices. Este joven talento no solo ha conquistado las pantallas de televisión, sino también los corazones de muchos. Su historia es un recordatorio de que los sueños son posibles y de que la autenticidad es el ingrediente secreto para conectar con el público.
Alan Suárez es más que un simple animador; es un ejemplo de que la juventud puede ser sinónimo de sabiduría y de que la pasión puede mover montañas.
Si quieres conocer más del equipo que lo acompaña en Vitrina, no te olvides de visitar su perfil en: https://televen.com/vitrina/
No te olvides de seguirnos por nuestras redes sociales:
TikTok: https://www.tiktok.com/@canal_televen
Twitter: https://twitter.com/Canal_Televen
Facebook: https://www.facebook.com/TelevenTV/
Instagram: https://www.instagram.com/televentv/