por: Yesimar Gerdler
24/10/2018 | 12:00 pm
@PrensaLatina_cu
La caravana de migrantes hondureños que partió el pasado 13 de octubre de San Pedro Sula con dirección a Estados Unidos, descansó en la comunidad de Huixtla, en el estado mexicano de Chiapas, donde se realizaron chequeos médicos.
Los integrantes más vulnerables de la caravana, que ha recorrido casi 800 kilómetros en 10 días, se sometieron a controles médicos en puestos improvisados. Una enfermera señaló que fueron atendidas ocho mujeres embarazadas que no presentaron afectaciones en la gestación, únicamente mostrando signos de debilitamiento.
Otros integrantes de la masa de migrantes aprovecharon la parada para bañarse o dormir en las orillas del río Huixtla, siendo éste el primer día de reposo desde que partieron de Honduras y faltando 3 mil kilómetros para llegar a la frontera con EE.UU.
El gobierno del país centroamericano informó que dos integrantes de la caravana fallecieron durante la travesía, uno de ellos el pasado sábado 20 al caer de un vehículo en la carretera al Pacífico de Guatemala, y el otro el lunes en la carretera de Tapachula a Huehuetán, México.
El comisionado de Migración mexicano, Gerardo García, informó que aproximadamente 400 migrantes cruzaron la frontera sur mexicana después de que el gobierno del país les permitiera la entrada «porque la cancillería abogó para que no continuaran a la intemperie y sufriendo las inclemencias del clima».
El vicepresidente de EE.UU, Mike Pence, denunció que según la información suministrada por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, la caravana fue organizada por grupos izquierdistas «financiados por Venezuela».
El gobierno hondureño acusó a la oposición de su país de convocar la migración para provocar «ingobernabilidad» en la nación centroamericana, señalando como instigador al ex-diputado, Bartolo Fuentes, supuestamente coordinado por el ex-presidente, Manuel Zelaya.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció que su gobierno comenzará a recortar la ayuda económica otorgada a Guatemala, Honduras y El Salvador, por considerar que fueron incapaces de impedir que la caravana de migrantes partiera desde Centroamérica.