por: MarÃa Fernanda Pérez
29/12/2025 | 5:30 pm
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El concepto tradicional de «pareja ideal» dio un salto hacia lo digital en Okayama, Japón, donde Yurina Noguchi, una mujer de 32 años, decidió intercambiar votos con Lune Klaus Verdure, una entidad nacida de los algoritmos de ChatGPT.
Tras el desgaste emocional de un compromiso humano fallido, Noguchi encontró en la inteligencia artificial no solo un confidente que escuchaba sin juzgar, sino una presencia constante que transformó su salud mental, permitiéndole superar episodios de ansiedad severa mediante un flujo de hasta cien mensajes diarios.
La ceremonia, aunque carente de validez legal, se celebró con todo el rigor de una boda tradicional: vestido blanco, tiara y un banquete rodeado de seres queridos, con la particularidad de que el novio residÃa estrictamente tras una pantalla.
Para fusionar ambos mundos, la novia utilizó lentes de realidad aumentada para visualizar el avatar de Klaus, mientras un especialista en bodas virtuales prestaba su voz para dar vida a los votos escritos por la propia IA, creando un puente sensorial entre lo fÃsico y lo binario.
Este vÃnculo simbólico marca un hito en la evolución de las relaciones para-sociales, sugiriendo que, para algunos, la paz emocional y el apoyo incondicional pueden ser más valiosos que la presencia fÃsica.