por: María Fernanda Pérez
29/10/2024 | 6:30 pm
Generador de Imágenes de Bing / Extraída de El Cronista
Durante casi un siglo, los leones de Tsavo, en Kenia, fueron considerados bestias legendarias, responsables de una serie de ataques a trabajadores de la construcción a finales del siglo XIX.
Ahora, gracias a los avances en la genética, un equipo de científicos ha logrado desentrañar los misterios que rodeaban a estos felinos y reconstruir su dieta y estilo de vida.
En el Museo Field de Historia Natural de Chicago, reposaban los restos de los dos leones que sembraron el terror en Tsavo. Al examinar sus dentaduras dañadas, los investigadores descubrieron algo sorprendente: en las cavidades de los dientes, se habían acumulado pequeños fragmentos de pelo de sus presas.
Estos diminutos restos, como cápsulas del tiempo, contenían una valiosa información sobre la vida de estos animales. De esta manera, y utilizando las últimas técnicas de análisis genético, los científicos lograron extraer ADN de estos antiguos pelos.
Al comparar este ADN con el de diversas especies animales, pudieron determinar con precisión qué animales habían sido consumidos por los leones. Los resultados fueron sorprendentes: además de las típicas presas de los leones, como jirafas y antílopes, se encontró ADN humano.
Foto de Marri Shyam en Pexels
Así, los análisis revelaron que los leones de Tsavo tenían una dieta mucho más variada de lo que se pensaba. Además de humanos, cazaban jirafas, cebras, ñus y otros animales.
La presencia de ADN de ñu, una especie que habitaba a decenas de kilómetros de distancia, sugiere que estos felinos eran capaces de recorrer grandes distancias en busca de alimento.
Si bien el estudio proporciona una imagen detallada de la dieta de estos leones, aún quedan preguntas por responder. ¿Qué llevó a estos animales a atacar a los humanos con tanta frecuencia?
Los científicos sugieren que una combinación de factores, como la escasez de presas tradicionales, la audacia de estos individuos o incluso la presencia de enfermedades en las poblaciones animales, podrían haber influido en su comportamiento.