por: Edgar Pilca
05/04/2024 | 4:30 pm
Architizer
La ciudad de Yeda, en Arabia Saudí, se prepara para albergar el nuevo gigante de la arquitectura: la Torre Jeddah, un rascacielos que, con una altura proyectada de más de 1.000 metros, arrebataría el título al Burj Khalifa de Dubái como el edificio más alto del mundo.
Este proyecto faraónico, diseñado por el reconocido estudio Foster + Partners, no solo busca batir récords de altura, sino que también espera convertirse en un ícono de la innovación y la sostenibilidad.
Un diseño vanguardista y sostenible
La Torre Jeddah se alza como una esbelta aguja que se estrecha a medida que gana altura. Su fachada, compuesta por paneles de vidrio y metal, está diseñada para reflejar la luz del sol y minimizar la absorción de calor, contribuyendo a la eficiencia energética del edificio.
Un oasis vertical en el desierto
Será de usos múltiples, incluyendo un hotel de lujo, oficinas, apartamentos y un espacio comercial. Además, contará con jardines colgantes, turbinas eólicas y un sistema de recogida de agua de lluvia, convirtiéndola en un oasis vertical en medio del árido desierto de Arabia Saudí.
Impacto económico y social
Se espera que la Torre Jeddah tenga un impacto significativo en la economía de Arabia Saudí. La construcción del edificio ha generado miles de empleos y se estima que, una vez finalizada, atraerá a turistas e inversores de todo el mundo.
Símbolo de la ambición
Esta edificación es considerada como un símbolo de la ambición de Arabia Saudí de diversificar su economía y convertirse en un centro global de negocios y turismo.
El proyecto también representa una apuesta por el futuro y un desafío a los límites de la ingeniería y la arquitectura.