por: Jonás Rodríguez
08/11/2020 | 5:00 pm
@MysteryPlanet
Un grupo de científicos logró captar, con el uso de un vehículo operado a control remoto (ROV), las primeras imágenes de un calamar cuerno de carnero (Spirula spirula), o spirulida, en su hábitat natural.
Este peculiar cefalópodo mide aproximadamente siete centímetros de largo y posee ochos brazos, dos tentáculos y un par de ojos.
Además, la criatura tiene un distintivo órgano de flotabilidad que consiste en una concha interna con cámaras, enrollada endogástricamente en forma de una espiral plana abierta.
El propósito de este caparazón interno es controlar osmóticamente la función de flote; las cámaras llenas de gas mantienen al calamar en posición vertical con la cabeza abajo.
Este descubrimiento, realizado en la Gran Barrera de Coral (Australia), a una profundidad de entre 850 y 860 metros; causó gran emoción en la comunidad científica, debido a su aparición sorpresiva.
En relación a esto, se destacó que el calamar cuerno de carnero es difícil de encontrar en la naturaleza, de hecho, se le considera uno de los cefalópodos más inusuales del mundo.
«Los he estado buscando durante mucho tiempo (…) No tengo ninguna duda de que es una spirulida», declaró el especialista del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, Michael Vecchione.
Otra curiosidad observada por los expertos fue la posición en la que encontraron al animal. Este tenía su cabeza y tenáculos flotando verticalmente, mientras sus aletas apuntaban hacia abajo.
«Mucha gente está enloquecida porque la cabeza está en lo alto (…) La caparazón con su flotabilidad está en el otro extremo del calamar (…) Entonces pensarías que la cabeza, que es más pesada, estaría colgando», explicó Vecchione.
Asimismo, el científico señaló que esta creencia está relacionada al hecho de que cuando estos calamares son colocados en acuarios, su cabeza está hacia abajo, y por ende, se asumió que así se posicionaban en las profundidades del mar.
Sin embargo, al estudiar detalladamente la anatomía del animal, los investigadores creen que dicha posición no es la natural ni la adecuada.
En este sentido, Vecchione indicó que se necesitan más observaciones para resolver todas las dudas relacionadas a este animal, incluida la posibilidad de que el cefalópodo use tinta como medio de defensa, algo que se advirtió en las imágenes.
«Es interesante porque la spirulida tiene el mecanismo para producir tinta, pero es reducido en esta especie, al igual que en otras especies de aguas profunda, pero esto sugiere que es funcional y lo están usando para la defensa», concluyó.