por: Edgar Pilca
11/06/2024 | 4:30 pm
Reuters
En las profundidades de la Pirámide de la Serpiente Emplumada, uno de los monumentos más emblemáticos de Teotihuacán, se esconde un enigma que cautivó a la comunidad arqueológica: un río de mercurio líquido.
Este hallazgo, producto de seis años de excavaciones, yace a casi 20 metros bajo la superficie, en una cámara secreta al final de un túnel que permaneció sellada durante casi dos milenios.
La presencia de este elemento, en cantidades considerables, desató una ola de teorías sobre su significado y uso en la antigua civilización teotihuacana.
Algunos expertos sugieren que el mercurio pudo representar un elemento simbólico del inframundo, simbolizando un río o lago en las creencias cosmológicas de este pueblo.
Otros plantean la posibilidad de su uso en rituales o como ofrenda a los dioses, pero también hay quienes contemplan que el elemento sería una pista para hallar la primera tumba de un gobernante en Teotihuacán.