por: Elena Velásquez
10/02/2024 | 5:00 pm
CNN en Español
El Instituto de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda informó recientemente que, el flujo submarino más rápido y destructivo que se ha registrado fue generado por una erupción en Tonga.
De acuerdo a la información, la explosión que se produjo el 15 de enero de 2022 en el volcán sumergido Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, «desencadenó un flujo de escombros submarinos altamente destructivo y de rápido movimiento nunca antes visto».
De hecho, los estudios apuntan a que, al momento de la erupción, el material volcánico expulsado «viajó más de 100 kilómetros a través del fondo marino, alcanzando velocidades de hasta 122 km/h», llevando una gran carga de «cenizas, rocas y gases».
En este sentido, los expertos consideraron que «el estallido volcánico en Tonga de 2022 fue comparable al de una potente bomba nuclear» y, por si fuera poco, la corriente piroclástica «modificó el fondo marino alrededor del volcán, puesto que esta removió alrededor de 10 kilómetros cúbicos de material rocoso», creando «socavaciones y canales de más de 100 metros de profundidad».
Por otro lado, el estudio reveló que el poder destructivo y el alcance de este flujo fue tan imponente que «destruyó casi 200 kilómetros de cables de telecomunicaciones submarinos que se encontraban localizados a unos 80 kilómetros de distancia».