por: Rosana Venturini
23/10/2022 | 4:00 pm
El Español
Un estudio realizado en la Universidad de Yale (EE.UU) ha encontrado más pruebas de que los dinosaurios fueron los ancestros de los gorriones y palomas, entre otras especies de aves actuales.
De acuerdo a la investigación, durante el desarrollo embrionario, los huesos de los fetos de ave primero se vuelven exactamente como los de los dinosaurios y luego adquieren la forma característica de los pájaros.
Según un comunicado emitido por la Universidad, durante el momento previo al nacimiento de las «aves bebé», el hueso de la cadera es una pequeña réplica de la pelvis de un dinosaurio.
En el estudio, publicado en la revista Nature, se detalló que los investigadores marcaron las caderas de algunos embriones de caimanes y aves con anticuerpos específicos que se unieron a las proteínas de los cartílagos, los huesos, los músculos esqueléticos y los nervios en desarrollo.
Después, crearon imágenes en 3D de los huesos, músculos y nervios pélvicos utilizando microscopios confocales y tomografías computarizadas.
«Fue inesperado encontrar que en estas etapas iniciales del desarrollo, las caderas de las aves se parecen muchísimo a las de un dinosaurio primitivo (…) En tan solo dos días, el embrión en desarrollo cambia de una manera que refleja cómo cambió en la evolución, pasando de parecerse a un dinosaurio primitivo a parecerse a un pájaro moderno», comentó Christopher Griffin, biólogo evolutivo de la Universidad de Yale.
Para finalizar, los expertos observaron el desarrollo de los músculos y los nervios de la cadera, concluyendo que cada sistema opera independientemente a los demás, ya que evoluciona en discordia con el hueso.