por: Elena Velásquez
22/08/2024 | 6:30 pm
El Correo
Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Bristol (Reino Unido) demostró que el estrés humano afecta el aprendizaje y las decisiones de los perros.
De acuerdo a la investigación, que fue publicada en la revista Scientific Reports, los canes no solo son capaces de «oler» el estrés de las personas que los rodean, sino que se ven influenciados por esta energía negativa y la traducen en su estado emocional y su comportamiento.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores «reclutaron a 18 parejas perro-propietario para participar en una serie de pruebas con diferentes olores humanos».
Partiendo de esto, los especialistas se dedicaron a entrenar a los perros para que «supieran que cuando un cuenco de comida se colocaba en un lugar, contenía una golosina, y cuando se colocaba en otro, estaba vacío» y, una vez que los canes adquirieron este conocimiento, «se acercaban más rápido al lugar con la golosina que al lugar vacío».
Luego, se añadieron más cuentos entre los dos originales y se comprobó que los perros se acercaban con gran rapidez a los nuevos; una decisión que tomada como un «estado emocional positivo» en vista de que «reflejaba optimismo respecto a la presencia de comida»; mientras que el acercamiento más lento era tomado como todo lo contrario: pesimismo.
Posteriormente, se decidió exponer a los canes a muestras de sudor y aliento de humanos en estado de estrés o relajación antes de efectuar las pruebas nuevamente, descubriendo que «el olor relajado les hizo acercarse más rápido al lugar ambiguo con la confianza de encontrar comida, mientras que con el olor a estrés reaccionaron de forma más negativa, acercándose más lentamente a esos comederos situados en lugares ambiguos».