por: Edgar Pilca
10/03/2024 | 5:00 pm
ZME Science
Un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Luisiana reveló que las algas marinas servirían como potencial fuente de alimento tras una guerra nuclear.
Los investigadores descubrieron que las algas pueden ser un pilar crucial para la seguridad alimentaria en el contexto de escenarios de reducción abrupta de la luz solar. Sorprendentemente, las algas marinas son resilientes en condiciones adversas, por lo que su crecimiento y potencial para mejorar la seguridad alimentaria aumentan después de conflictos nucleares más graves.
Utilizando un modelo empírico basado en el alga Gracilaria tikvahiae, en combinación con datos climáticos del invierno nuclear, los investigadores simularon el crecimiento global de las algas.
Los resultados demostraron que las algas tienen la capacidad de cultivarse en océanos tropicales incluso después de una posible guerra nuclear. Aunque una guerra así liberaría carbono negro a la atmósfera y podría bloquear la luz solar durante años, las algas podrían realizar su proceso de fotosíntesis.
Estudios anteriores demostraron que la producción agrícola y pesquera se desplomaría, por lo que fuentes alternativas de alimentos como las algas marinas serán fundamentales para garantizar una buena seguridad en escenarios de reducción de la luz solar.
Las algas pueden ampliarse rápidamente para satisfacer una parte sustancial de la demanda mundial, alcanzando alrededor del 70 % en tan solo 7 a 13 meses. La mayor parte puede utilizarse para biocombustibles, ya que el consumo humano se limita al 10-15 % debido al alto contenido de yodo, que podría provocar efectos adversos para la salud.