por: Jonás Rodríguez
04/11/2021 | 7:00 pm
@OurFinland
Según un estudio realizado por la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el 90% de las cuencas fluviales analizadas en su más reciente estudio, el cual se centró en varios países de la Unión Europea (UE), serán insalubres para 2027.
En este sentido, el informe, que lleva por nombre «El ‘sprint’ final de los ríos europeos», detalló que solo dos de las 21 cuencas hidrográficas estudiadas gozarán de buena salud en dicho año.
Asimismo, el escrito, que también contó con la colaboración de la coalición Ríos Vivos de Europa, detalló que los dos torrentes que lograron ingresar en la categoría de estado bueno, se encuentran ubicados en Finlandia. Después de ellos, las cuencas con mejores resultados fueron la de Loira-Bretaña, en Francia, y la Guadiana, en España.
Por su parte, los arroyos españoles de Duero, Ebro y Guadalquivir se posicionaron en la categoría de estado moderado.
No obstante, los autores indicaron que el informe subraya que varias naciones «no alcanzarán el objetivo jurídicamente vinculante de la UE de devolver la salud a las aguas dulces sucias de Europa» para ese año.
Durante la presentación del informe, la responsable del área de aguas de la Oficina de Política Europea de WWF, Claire Baffert, advirtió que «en lugar de centrar sus esfuerzos en el sprint final hacia unos ríos saludables en 2027, demasiados países de la UE lo están posponiendo».
«Nuestros ríos merecen una buena planificación, medidas serias e inversiones creíbles (…) Muchos países de la UE están corriendo hacia el incumplimiento de la legislación», agregó.
Sin embargo, el jefe adjunto de la Unidad de Agua Limpia en la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Hans Stielstra, cuestionó que aunque el estudio posee datos interesantes, solo analizó cuencas en 11 naciones, razón por la cual, de acuerdo a su criterio, «no puede ser representativo para toda la UE».
Finalmente, los expertos recomendaron a los Estados europeos dedicar un presupuesto sustancial al programa de medidas, alinear los planes de gestión de residuos con las ambiciones nacionales en materia de biodiversidad y promover la adopción de soluciones basadas en la naturaleza.