por: Jonás Rodríguez
19/12/2020 | 3:00 pm
@MysteryPlanet
Un grupo de arqueólogos reveló el hallazgo de 119 cráneos humanos en el lado este del ancestral «Huey Tzompantli», el cual fue identificado como un antiguo templo de ofrendas al dios Huitzilopochtli (patrón de la antigua capital azteca, Tenochtitlán).
Esta estructura, conocida también como el «altar de cráneos azteca», fue descubierta en el 2015. En el lugar se identificaron 484 piezas craneales humanas de individuos sacrificados con fines religiosos entre 1486 y 1502.
«A cada paso, el Templo Mayor nos sigue sorprendiendo; y el Huey Tzompantli es, sin duda, uno de los hallazgos arqueológicos más impactantes de los últimos años en nuestro país, pues es un importante testimonio del poderío y grandeza que alcanzó México-Tenochtitlan», declaró la secretaria de Cultura del Gobierno mexicano, Alejandra Frausto Guerrero.
Por su parte, el representante del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (Inah), Raúl Barrera Rodríguez, y la jefa de campo en la excavación, Lorena Vázquez Vallín, detallaron que los primeros cráneos fragmentados de este nuevo descubrimiento se detectaron en marzo de este año.
«La evidencia demuestra que, una vez caída la ciudad de México-Tenochtitlan en manos de los soldados españoles y sus aliados indígenas, se dio paso a la destrucción de la mayor parte de la última etapa constructiva del Huey Tzompantli, por lo cual se arrasó con los cráneos de la torre, cuyos fragmentos dispersos han sido recuperados y analizados por el equipo de antropología física», precisaron.
Hasta la fecha, los especialistas del PAU han descendido 3,5 metros de profundidad, desde el nivel actual de la calle República de Guatemala (Ciudad de México), y han identificado tres etapas constructivas de la plataforma, cuya antigüedad se remontaría al mandato del tlatoani Ahuízotl (entre 1486 y 1502).
Ante los descubrimientos, los expertos han destacado que este monumento además de tener propósitos religiosos, también era una declaración de poder y principios bélicos para los enemigos de los mexicas y que es probable que muchos individuos, capturados en combate, hayan sido sacrificados como «pago de deudas».
«Aunque no podemos determinar cuántos de estos individuos fueron guerreros, quizá, algunos eran cautivos destinados para ceremonias de sacrificio. Sí sabemos que todos fueron sacralizados, es decir, convertidos en dones para los dioses o, incluso, en personificaciones de las propias deidades, por lo cual se les vestía y trataba como tales», expresó Barrera Rodríguez.
Por último, los investigadores afirmaron que estos rituales fueron combatidos radicalmente por los españoles durante la colonización, razón por la cual varios templos destinados a dicha acción fueron destruidos.