por: Jonás RodrÃguez
20/07/2021 | 7:00 pm
@canaltn8
Según han revelado varios sismólogos, recientemente se ha detectado la existencia de breves y sutiles anomalÃas en los campos eléctricos subterráneos que preceden a los sismos, las cuales, en ocasiones, ocurren semanas antes del siniestro.
Sin embargo, los expertos no han podido determinar la relación entre ambos hechos ni si la detección de estas explosiones electromagnéticas podrÃan ayudar a predecir futuros movimientos telúricos.
En relación a esto, una nueva investigación sugiere que la clave de estas anomalÃas radica en los gases atrapados en lo que se conoce como válvula de falla, los cuales podrÃan acumularse durante un terremoto.
Cuando la mencionada válvula deja de agitarse, el dióxido de carbono o el metano disuelto en el agua atrapada se libera, expandiendo su volumen y empujando las grietas de la falla.
A medida que el gas emerge, también se electrifica, puesto que los electrones liberados por las superficies agrietadas se adhieren a las moléculas de gas y generan una corriente al desplazarse hacia arriba.
«Los resultados apoyaron la validez de la presente hipótesis de trabajo, según la cual la interacción acoplada de la roca fracturada con los gases de las profundidades de la Tierra durante la ruptura cuasiestática de las rocas en la zona focal de una falla podrÃa desempeñar un papel importante en la generación de fenómenos electromagnéticos presÃsmicos y cosÃsmicos», explicaron los expertos.
De igual forma, a través de una serie de simulaciones coordinadas, los investigadores demostraron que las corrientes de gas electrificadas podÃan estar relacionadas con la fractura de la roca.
Ademas, determinaron que el tipo de roca también es influyente en el proceso, puesto que las mismas tienen defectos de red que capturan electrones no apareados a lo largo del tiempo a través de la radiación natural que asciende desde la superficie.
«Como resultado de este experimento de laboratorio, podrÃa ser posible detectar la señal eléctrica que acompaña a un terremoto observando el potencial/corriente telúrico inducido en un conductor, como una tuberÃa de agua de acero enterrada», concluyeron.