por: Yesimar Gerdler
09/04/2022 | 5:00 pm
Pixabay - Imagen referencial
Las olas, el viento, la arena y el sol pueden tener un efecto negativo sobre nuestra piel si no colocamos el protector solar adecuado, razón por la cual, es importante cuidarla cuando pasamos un día en la playa y más en esta época de Semana Santa.
Cuidar a toda la familia en la playa
De más está decir que cuando partimos con los niños rumbo a la playa, es imprescindible empacar la protección solar adecuada para la piel de los más pequeños de la familia.
Sin embargo, a veces es difícil mantener a los chicos protegidos porque suelen ir de aquí para allá; la playa es como un parque de diversiones para ellos.
El contacto con la arena, la transpiración o el agua, pueden reducir la eficacia del bloqueador solar. Es recomendable optar por productos resistentes a estos factores para niños y adultos que garanticen la protección sin resecar la piel.
Consejos para asegurarte de que el protector solar haga su trabajo
Si tenemos en cuenta todo lo que explicamos antes, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestra protección se mantiene durante un día ajetreado en la playa?
En primer lugar, es importante tener un cuidado especial al tomar un baño en el mar: el agua tiene el potencial de disminuir la eficacia del protector solar, pero también se ve afectado si lo aplicas sobre la piel húmeda.
Sólo 15 minutos de exposición al viento puede deshidratar la piel hasta un 12%, por lo cual, es imprescindible aumentar los niveles de hidratación de la piel después de un día de playa o deportes al aire libre como el surf.
La elección de productos que promuevan una hidratación duradera de la piel, como los protectores hidratantes con FPS, es crucial para evitar que la piel se sienta seca y evitar quemaduras solares.
Una vez que estés fuera del agua, ten mucho cuidado al secar la piel: frotar o rozar con la toalla puedes perder parte del protector solar.
Por último, no olvides volver a aplicar el protector cada dos horas (así como después de cada inmersión) y recuerda que las pieles más claras necesitan mayor protección SPF y UVA que aquellas con coloración oscura.